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La función renal de una mascota tiende a deteriorarse con el tiempo y con la edad. Y cuando los riñones, el órgano responsable de filtrar los desechos, mantener los líquidos y regular la acidez de la sangre, fallan, la homeostasis de un perro o el cuerpo de un gato se pierde.
¿Qué es la enfermedad renal?
La enfermedad renal, o enfermedad renal, puede ser de naturaleza crónica o puede ser el resultado de un trauma agudo, como intoxicación, infección o insuficiencia cardíaca. De cualquier manera, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son cruciales para asegurar una buena calidad de vida para su mascota, al tiempo que prolonga su duración. Si no se trata, la enfermedad renal puede conducir a una serie de otras enfermedades (como anemia y complicaciones cardiovasculares), que eventualmente pueden causar la muerte.
Los síntomas de la enfermedad renal en perros y gatos
Un cambio en los hábitos de orinar y beber es uno de los primeros signos de que algo está mal. Si nota que su mascota baja con sed insaciable y micción frecuente y diluida, vigílela atentamente para detectar otros síntomas. El aumento de la micción también puede acompañar al letargo, ya que una mascota enferma simplemente se siente mal y puede no querer participar en el juego normal. La pérdida de apetito y el malestar gastrointestinal también pueden ser un signo de enfermedad renal. Su gato puede tener diarrea fuera de su caja de arena, o su perro puede caer accidentalmente al suelo. La insuficiencia renal avanzada generalmente se presenta con llagas en la boca, convulsiones, problemas respiratorios, demencia y otros signos de que su mascota tiene dificultades. Si alguno de estos signos está presente, llévelo al veterinario inmediatamente.
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Causas de la enfermedad renal
La insuficiencia renal aguda puede ocurrir a cualquier edad y puede ser el signo de intoxicación (por anticongelante o pesticidas), trauma (como una caída o ser atropellado por un automóvil), deshidratación rápida en climas extremadamente cálidos, un bloqueo o infección en o cerca los riñones, o presión arterial excesivamente baja debido a insuficiencia cardíaca. Cuando los problemas agudos se diagnostican y tratan con prontitud, las complicaciones renales a menudo se pueden revertir.
Sin embargo, la enfermedad renal crónica a menudo se encuentra en gatos mayores de 7 años y en perros mayores de 10 años, y generalmente se desarrolla en el transcurso de varios años. La causa exacta de la enfermedad renal mayor no está clara, pero podría ser el resultado de una infección previa o bloqueo que desgasta los riñones. También podría ser parte de un problema más profundo, como presión arterial alta, enfermedad de la tiroides o cáncer. Ciertas razas de gatos —maine coon, persa y siameses— están predispuestas a la enfermedad renal crónica, al igual que los cocker spaniels, los bull terrier y los pastores alemanes.
Los bull terrier son susceptibles a la enfermedad renal. Miguel Nieto / Getty Images
Tratamiento
Un viaje al veterinario puede incluir análisis de sangre y orina, una radiografía o una ecografía, y tal vez una biopsia para ver si el problema es agudo o crónico. Tras el diagnóstico, su veterinario evaluará la etapa de la insuficiencia renal y le proporcionará una terapia de fluidos IV, en todos los casos, para tratar la deshidratación. A continuación, los líquidos sub-Q pueden administrarse por inyección debajo de la piel. Muchas veces, el veterinario le dará instrucciones sobre la administración adecuada de líquidos sub-Q para que las inyecciones se puedan realizar en casa. La terapia con fluidos continuará hasta que el cuerpo de su perro o gato alcance su nivel correcto de hidratación y homeostasis. Las visitas de seguimiento, completadas con análisis de sangre y orina, determinarán esto.
Una vez que los síntomas iniciales se estabilizan, a las mascotas con insuficiencia renal crónica se les puede recetar benazepril, un vasodilatador que facilita que el corazón bombee sangre a través del cuerpo, para aumentar el flujo de sangre a los riñones y ayudarlos a funcionar de manera más eficiente. La bezaprina también ayuda a disminuir la presión arterial, en el caso de enfermedades del corazón o presión arterial alta. También se pueden administrar otros medicamentos para tratar la anemia, las úlceras gástricas y las náuseas que pueden resultar de la insuficiencia renal. El mantenimiento de medicamentos, una dieta baja en fósforo y proteínas, y la suplementación de vitamina D y ácidos grasos omega-3, en la mayoría de los casos, ayudarán a una mascota mayor con insuficiencia renal crónica.
Efectos secundarios del uso de benazepril
Al igual que con el uso prolongado de drogas, los efectos secundarios son comunes. Tenga cuidado con el malestar gastrointestinal, como vómitos, diarrea y falta de apetito. Los efectos secundarios más graves pueden consistir en debilidad, hipotensión (presión arterial baja), niveles elevados de potasio en sangre (hipercalemia) y, en casos extremos, daño renal. Controle de cerca a su perro o gato para detectar signos de efectos secundarios y asegúrese de que su veterinario lo examine periódicamente.
También se sabe que el benazepril pasa a través de la placenta a cualquier feto en desarrollo. Cuando se usa benazepril en animales gestantes, los beneficios de su uso deben sopesarse contra los riesgos de pérdida o daño de cachorros o gatitos no nacidos.
Cómo prevenir la enfermedad renal
La insuficiencia renal en animales domésticos ha alcanzado proporciones epidémicas. Una dieta pobre, toxinas ambientales, agua sucia, endogamia y una alta carga de vacunación pueden contribuir a la sobrecarga en los riñones. Dicho esto, alimentar a su mascota con una dieta de proteínas de alta calidad y libre de granos previene la acumulación excesiva de desechos, eliminando el estrés de los riñones. Servir comida húmeda a su mascota, proporcionar acceso las 24 horas al agua limpia y ayudarlo a mantener un peso adecuado también puede ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedad renal.
Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario de inmediato. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que han examinado a su mascota, conocen el historial de salud de la mascota y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.