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Perfil de la enfermedad del linfoma felino

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Freida, víctima del linfoma. Crédito de la foto: © Anne Kirkwood

También conocido como linfosarcoma, el linfoma es un cáncer maligno de los linfocitos, células que se pueden encontrar en casi todos los órganos del cuerpo. Parte del sistema linfoide, los linfocitos juegan un papel importante en el sistema inmune. Como era de esperar, el linfoma también es la forma más común de cáncer que se encuentra en los gatos, y representa el 33 por ciento de todos los tumores felinos.

Tipos de linfoma felino

Dado que los linfocitos se encuentran en casi todas partes del cuerpo, varios sistemas corporales principales están sujetos al linfoma felino. Esto incluye:

  • Multicéntrico: este tipo de linfoma, el más común en los gatos, se puede encontrar en cualquier lugar donde se encuentren los ganglios linfáticos, incluso debajo de la mandíbula, en el área de la ingle o debajo de la parte superior de la pata delantera. Debido a que estos ganglios linfáticos están cerca de la superficie, las protuberancias pueden ser fácilmente visibles. Algunos gatos pueden tener múltiples tumores, de ahí la designación "multicéntrica". Es menos común que las otras formas de linfoma. Mediastínico: los tumores de la glándula del timo pueden crecer mucho, lo que causa dificultad para respirar y tos. Si crece lo suficiente como para presionar el esófago, puede causar dificultad para tragar. Los tumores de la glándula del timo son más comunes en los gatos jóvenes, generalmente de dos años o menos, y comúnmente afectan a los gatos siameses y orientales. Alimentaria: los tumores se producen en el tracto gastrointestinal, el abdomen, el hígado y, por lo general, se dirigen a los gatos mayores, con edades comprendidas entre 9 y 13 años. Renal: el linfoma de este tipo ocurre en los riñones y es la peor forma de linfoma que ocurre en los gatos. La tasa de supervivencia media es de entre tres y seis meses. Solitario: esta frase general incluye aquellos sistemas corporales no incluidos en los tipos de linfoma anteriores. Pueden incluir la cavidad nasal (más común), la piel o el sistema nervioso central.

Los síntomas del linfoma felino

Los síntomas del linfoma felino difieren entre los tipos. Los gatos con linfoma mediastínico generalmente muestran respiración con la boca abierta, tos, pérdida de apetito y pérdida de peso. Los animales con linfoma alimentario a menudo no comen, parecen letárgicos y vomitan o tienen estreñimiento o diarrea. Mientras limpia la caja de arena, es posible que vea heces negras o alquitranadas o heces con sangre en ellas.

Los gatos con linfoma multicéntrico generalmente experimentan ganglios linfáticos inflamados, pérdida de apetito, pérdida de peso, pérdida de peso o depresión, mientras que aquellos con linfoma felino renal también mostrarán pérdida de apetito, pero también vómitos, debilidad y aumento de la micción y la sed (conocido como poliuria y polidipsia, respectivamente). La forma solitaria del linfoma se manifestará de varias maneras, dependiendo de dónde se encuentre.

Diagnóstico de linfoma felino

Cualquier síntoma inusual o combinación de síntomas debe servir como advertencia de advertencia de que se requiere una cita veterinaria urgente. Es por eso que es vital que conozca la condición física normal de su gato para poder detectar variaciones importantes de inmediato y saber que es hora de llamar al veterinario.

Su veterinario le dará a su gato un examen físico exhaustivo y, según los hallazgos, más su descripción de los síntomas del gato, ordenará una o más de las siguientes pruebas de diagnóstico:

  • Panel de bioquímica sérica de recuento sanguíneo completo (CBC) Análisis de análisis de rayos X Ultrasonido Endoscopia del tracto gastrointestinal

Tratamiento del linfoma felino

Los tratamientos administrados a los humanos para el cáncer, como la quimioterapia, también se administran a los gatos con linfoma. Sin embargo, en el caso de la quimioterapia, se administra a los gatos, no para lograr una cura, sino para extender la vida del gato el mayor tiempo posible, mientras se mantiene la mejor calidad de vida posible. Es una cuestión de equilibrio y, a menudo, las dosis o las combinaciones de quimioterapia pueden cambiar según sea necesario, para lograr ese objetivo final y minimizar los efectos secundarios. Los tratamientos alternativos, según el tipo y la ubicación de los tumores, son cirugía o radiación.

Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario de inmediato. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que han examinado a su mascota, conocen el historial de salud de la mascota y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.