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Cómo tratar la meningoencefalomielitis granulomatosa (gme) en perros

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El acrónimo GME significa meningoencefalomielitis granulomatosa, una enfermedad del cerebro y la médula espinal. Esta enfermedad puede afectar a la mayoría de las razas de perros a cualquier edad; Se observa con mayor frecuencia en razas pequeñas de mediana edad, pero puede aparecer entre los seis meses y los 10 años de edad. Ambos sexos pueden verse afectados, pero hay una incidencia ligeramente mayor en las mujeres. En este momento, se desconoce la causa (etiología).

¿Qué es la meningoencefalomielitis granulomatosa?

La meningoencefalomielitis granulomatosa, mejor conocida como GME, es una inflamación crónica que se caracteriza por varios tipos de células, incluidos los fibroblastos y las células inmunes. El término meningoencefalomielitis se refiere a una inflamación del cerebro, la médula espinal y las membranas que las rodean (las meninges) que conduce a la formación de granulomas, células inmunes que se acumulan en forma de bola que se forman cuando el sistema inmunitario intenta bloquear sustancias extrañas. Estos pueden ser localizados, difundidos o involucrar múltiples áreas.

Síntomas de GME en perros

Los signos pueden variar de un perro a otro, dependiendo de la ubicación de los granulomas. El GME focal imita los tumores cancerosos y puede ser fatal en unos meses; El GME multifocal es un trastorno extremadamente agresivo que puede ser fatal en una semana. Ocular GME puede cegar a un perro en uno o ambos ojos, pero puede no progresar hasta el punto de ser realmente fatal. Dependiendo del tipo de GME, los síntomas pueden incluir:

  • Ataxia (tropiezo, marcha tambaleante) Somnolencia Ceguera o problemas de visión Cambios de comportamiento Parálisis facial Debilidad de las extremidades posteriores o de las cuatro extremidades (tetraparesia) Actitud deprimida Presión de la cabeza contra los objetos Circunvalación

Lamentablemente, la mayoría de los perros afectados por GME no viven mucho. De hecho, excepto en casos inusuales, GME puede ser fatal dentro de una semana a seis meses. Sin embargo, hay situaciones en las que las lesiones (granulomas) son limitadas; Si bien afectan la calidad de vida de un perro, pueden no ser letales.

Causas de GME

No existe una causa ampliamente aceptada de GME. La investigación sugiere que las causas pueden estar relacionadas con el sistema inmunitario o pueden estar relacionadas de alguna manera con enfermedades infecciosas.

Diagnóstico de meningoencefalomielitis granulomatosa

Su veterinario le pedirá que proporcione un historial de la salud de su perro, incluida una descripción de sus síntomas y cuándo comenzaron. Seguirá un examen físico junto con un conteo sanguíneo, perfil bioquímico y análisis de orina.

El método típico para el diagnóstico es una resonancia magnética que puede mostrar lesiones dentro del sistema nervioso. Su veterinario también puede tomar una muestra de líquido cefalorraquídeo que circula alrededor del cerebro y la médula espinal. Si bien no es una prueba que pueda confirmar GME, puede detectar la inflamación asociada con la enfermedad.

El diagnóstico también se realiza descartando otras enfermedades, ya que la única forma de diagnosticar definitivamente esta enfermedad es examinando el cerebro o el tejido de la médula espinal bajo un microscopio. Sin embargo, eso rara vez se hace dado el peligro de extraer una pequeña muestra de tejido cerebral.

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Tratamiento y Prevención de GME

Si su perro ha sido diagnosticado con GME, considere visitar a un neurólogo veterinario. Estos especialistas tienen una experiencia considerable con el trastorno y pueden ofrecer más opciones que un veterinario típico. Además, pueden determinar si se ha producido un diagnóstico erróneo, ya que no existe un examen médico definitivo para GME.

A menudo, la hospitalización inmediata y los cuidados intensivos son necesarios para los perros con formas graves de GME y se comienza a administrar líquidos IV para contrarrestar los déficit de líquidos corporales. La terapia con esteroides a largo plazo con corticosteroides puede ayudar a aliviar los síntomas con el tiempo. Si la enfermedad está localizada, la radioterapia puede ser una opción según lo determine su veterinario. El tratamiento continuo también está dirigido a la atención de apoyo, incluido el control de las convulsiones y el apoyo nutricional.

El pronóstico para GME es muy variable y dependerá de la forma de la enfermedad y de dónde se encuentre. Si bien no hay una forma conocida de prevenir el GME, es probable que su veterinario programe exámenes de seguimiento una o dos veces al mes para realizar pruebas neurológicas y asegurarse de que el perro esté recibiendo una nutrición adecuada.

Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario de inmediato. Para preguntas relacionadas con la salud, siempre consulte a su veterinario, ya que han examinado a su mascota, conocen el historial de salud de la mascota y pueden hacer las mejores recomendaciones para su mascota.