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Mudarse para asistir a la universidad o comenzar una vida fuera es un gran paso hacia la edad adulta. Mientras que un movimiento crea naturalmente una distancia física entre padres e hijos, la separación emocional no necesita ser tan difícil como parece. Por otro lado, incluso si los padres piensan que van a disfrutar de su nuevo espacio, todos experimentan una sensación de pérdida.
Recuerde que su hijo aún lo necesita, pero de una manera diferente. Es importante reconocer este cambio en su relación para permitir que su hijo tome sus propias decisiones y aprenda de cualquier error que pueda cometer.
Deje que su hijo se haga cargo del movimiento
Un buen momento para dejar de planificar la vida de su hijo es ahora. Déjelos prepararse para su mudanza. Anímelos a hacer una lista de las cosas que necesitarán, incluidas fechas importantes, como los días de registro y de mudanza, y lo que podrían necesitar para su primer departamento o su dormitorio. Sin embargo, deje la planificación real a ellos, haciéndoles saber que está cerca para ayudar u ofrecer consejos conmovedores.
Intenta aconsejarlos sin presionar
La mejor manera de comunicarse con su hijo es hacer preguntas sin prejuicios. Muchos de nosotros les hacemos una pregunta a nuestros hijos sabiendo de antemano cuál queremos que sea su respuesta; Cuando la respuesta es diferente a la que queremos, nuestra respuesta generalmente le hace saber a nuestro hijo que no estamos de acuerdo. Si bien es posible que no estemos de acuerdo, recuerde que es hora de que su hijo tome sus decisiones y confíe en que sus años de orientación y valores inculcados los guiarán. Si no está de acuerdo con su decisión, hágales saber ofreciendo su alternativa sin presionar.
Comunicar
Hágale saber a su hijo que los va a extrañar y establezca por adelantado lo que espera en términos de comunicación. Si prefiere que lo llamen todas las semanas, infórmeles y bríndeles un medio para hacerlo. Sea flexible en sus expectativas y sugiera alternativas, como correo electrónico o mensajes de texto. Debe informarle a su hijo que siempre está allí si lo necesita: sin embargo, la mejor solución no siempre es correr cuando su hijo llama. Es mejor dejar que resuelvan sus problemas y problemas y convertirse simplemente en el hombro en el que llorar en lugar de en el que resuelve todo.
Dinero y finanzas
Asegúrese de repasar cualquier problema financiero que su hijo necesite saber, especialmente si lo está apoyando. Asegúrese de que conozcan su presupuesto personal y lo que espera de ellos en términos de gastos y recursos. Hágales saber que necesitan mantenerse dentro de un cierto presupuesto. Si se requiere más dinero para costos desconocidos o inesperados asociados con la escuela, deben informarle con anticipación y no esperar que los "rescate". Parte del crecimiento es cuidar sus cuentas y aprender a presupuestar.
Después de que se muden, date tiempo para adaptarte
Como sabes, ser padre es más que un trabajo de tiempo completo. Cuando un niño se muda, el tiempo que una vez pasamos cuidando a nuestro hijo nos pertenece nuevamente, y si bien puede parecer extraño, es importante que intente redirigir su enfoque hacia usted. Antes de que su hijo se vaya, comience a prepararse haciendo una lista de las cosas que desea hacer, incluidos los pasatiempos, arreglos de la casa, libros o cursos que haya pospuesto debido al tiempo. Haz algo lindo por ti mismo.
Restablezca su relación con su pareja
Muchas parejas encuentran que después de que los niños se van, les resulta difícil adaptarse a ser un dúo nuevamente. Intente comenzar a enfocarse en su relación organizando fechas, haciendo planes sociales juntos o asumiendo un nuevo pasatiempo. La reconexión ocurrirá si le das tiempo y lo conviertes en una prioridad.